En este momento Google es uno de los motores de búsqueda más populares en todo el mundo. El volumen de búsquedas en Google aumenta año tras año. Por lo general, muestra ante nuestros ojos diversos temas como la tecnología de nueva tendencia, celebridades en su primera alfombra roja, consejos de maquillaje o incluso intrigas políticas. Es, en definitiva, un espejo virtual del mundo entero, con sólo pulsar un botón. Fascinante, ¿verdad? A la larga, no. Mientras que estudios recientes han demostrado que nuestro desarrollo cognitivo y nuestra inteligencia podrían verse seriamente afectados por la simple búsqueda de un artículo.
La idea de los flujos múltiples
Cuando uno introduce una simple petición, Google genera inmediatamente una avalancha de respuestas. Este extraordinario potencial de Google atrae a millones de personas convirtiéndolas en usuarios habituales. En este caso, aquí está el problema: la gran cantidad de información existente anima a los individuos a echar un ojo a los múltiples flujos de entrada de los medios de comunicación. Esta disponibilidad de información a golpe de clic se produce en un corto espacio de tiempo y afecta al pensamiento crítico del individuo.
La memoria transactiva procesa el conocimiento rápidamente y es menos probable que se mantenga. Inesperadamente, retenemos mucho más la información que nos resulta más fácil. Por lo tanto, existe una discrepancia entre la abundancia de datos y la memoria tamizada que afecta directamente a la capacidad de aprendizaje.
Una nueva forma de pensar
Cada vez más estados adoptan la forma digitalizada de pasar el tiempo libre. Una gran población de individuos de entre 20 y 35 años se dedica con ahínco a los juegos en línea. Según la encuesta de la asociación mundial de psicología, esto puede causar daños importantes en el córtex orbitofrontal, responsable de la toma de decisiones. Apenas queda alguien que no diga: ¡vamos a buscarlo en Google! Esto ilustra cómo la creciente dependencia de la tecnología transforma lo que pensamos.
Cambios en nuestra estructura social
Las principales búsquedas pertenecen a la propia marca Google. Youtube, Hotmail, G-mail son muy famosos y atraen cada vez a más usuarios. Esto ilustra cómo los aspectos particulares de las redes sociales afectan a nuestras vidas. La idea misma de «social» podría invocar algún proceso cognitivo no idéntico en el cerebro.
La situación actual presenta un rompedor Google diario que va a ganar más y más buscadores. Además, la cantidad de información que la gente ha estado buscando durante años ha aparecido ahora a un clic de dedo. Además, hay que diferenciar entre una información ya hecha y el proceso real de aprendizaje. ¿Por qué? Porque el cerebro necesita actividad real y auténticas conexiones sociales. La tecnología nos sirve mejor, pero se queda en nuestras manos para dominar, para no ser dominados.