La tecnología inteligente para el hogar se está utilizando cada vez más, por una amplia gama de razones. Ya sea un solo dispositivo o una red completa, los propietarios de las casas están aprovechando sus muchas y extraordinarias características y capacidades para proteger su casa, sus propiedades y sus seres queridos.
Entre los cuatro beneficios de la tecnología de hogares inteligentes figuran la vigilancia a distancia, la personalización, la mejora de la seguridad y la interconectividad, es decir, la capacidad de gestionar diversos aspectos de un hogar mediante una interfaz centralizada.
Interconectividad
Desde sistemas de seguridad «inteligentes» y altavoces hasta iluminación y televisores, la vinculación de estos dispositivos conectados puede mejorar la productividad de un hogar a través de una mayor eficiencia y conveniencia. La integración de productos y sistemas inteligentes para el hogar también proporciona una tranquilidad inestimable, ya que la gestión y la supervisión de múltiples dispositivos es tan fácil como comprobar el teléfono inteligente.
Por ejemplo, esa interconexión permite a los usuarios ajustar su termostato, revisar las imágenes de las cámaras de vigilancia, programar las luces interiores y exteriores, y más, todo ello sin tener que salir de su lugar de trabajo, o incluso de su mesa de la cocina. Esto también ahorra dinero en las facturas de los servicios públicos.
Monitoreo remoto
El hogar inteligente puede ser administrado desde cualquier lugar, en cualquier momento, si está conectado a un teléfono inteligente, un ordenador de escritorio o una tableta. La supervisión remota permite a los usuarios comprobar varios aspectos de su casa y propiedad, en tiempo real.
Es difícil cuantificar completamente lo que ese nivel de seguridad significa para los usuarios. La verdadera comodidad derivada de saber que sus propiedades y seres queridos están a salvo de amenazas como los ladrones y vándalos al fuego y el monóxido de carbono es, bueno, invaluable.
Personalización
Otra característica asombrosa de la tecnología doméstica inteligente es su capacidad de personalización. Dependiendo del dispositivo, los productos inteligentes pueden ajustarse para que coincidan con las preferencias o necesidades de un usuario específico.
Por ejemplo, un termostato inteligente. Algunos pueden modificar la temperatura de una casa en función de las condiciones meteorológicas locales, lo que hará que el espacio sea mucho más cómodo para sus ocupantes.
Los rociadores inteligentes son otro buen ejemplo, ya que algunos modelos tienen zonas distinguidas que abarcan una propiedad, y pueden personalizar su comportamiento basándose en la cantidad de luz solar que recibe un área específica, por ejemplo, y los tipos de plantas presentes. Esto asegura un programa de riego más efectivo.
Aumento de la seguridad
Ciertos dispositivos inteligentes, específicamente los sistemas de alarma, aumentan las medidas de seguridad que protegen los hogares y/o la propiedad. A través de la interconexión de la tecnología de hogares inteligentes, y la consiguiente vigilancia y monitoreo en tiempo real, los propietarios pueden saber exactamente lo que está sucediendo, y recibir alertas en un momento dado, sobre cualquier ocurrencia cuestionable.